Cepillarse los dientes a diario es fundamental para mantener una sonrisa sana y prevenir enfermedades bucales. Sin embargo, incluso siguiendo esta rutina, muchas personas cometen errores que reducen la eficacia del cepillado y pueden dañar el esmalte o las encías. A continuación, se describen los diez errores más frecuentes y sus soluciones.
1. Cepillado demasiado fuerte
Aplicar demasiada presión no mejora la limpieza; al contrario, puede desgastar el esmalte y provocar recesión gingival.
Cómo corregirlo:
- Utilizar un cepillo de cerdas suaves.
- Sujetar el cepillo con un agarre ligero, casi como si sostuvieras un lápiz.
- Practicar un cepillado suave con movimientos cortos y circulares.
2. Técnica incorrecta de movimientos
El cepillado horizontal agresivo suele dejar áreas sin limpiar y daña las encías.
Cómo corregirlo:
- Introducir la técnica de Bass: colocar el cepillo en un ángulo de 45° respecto a la encía y realizar pequeños movimientos vibratorios.
- Avanzar gradualmente a lo largo de cada diente y de la línea gingival.
3. Tiempo de cepillado insuficiente
Cepillarse menos de dos minutos no remueve la placa bacteriana de forma adecuada.
Cómo corregirlo:
- Utilizar un cronómetro, temporizador o relojes de arena de dos minutos.
- Dividir la boca en cuatro cuadrantes y dedicar 30 segundos a cada uno.
4. Ignorar la lengua y el paladar
La superficie lingual y el paladar acumulan bacterias y mal aliento.
Cómo corregirlo:
- Cepillar suavemente la lengua y el paladar con el mismo cepillo o con un raspador lingual.
- Realizar este paso al final del cepillado.
5. No cambiar el cepillo con la frecuencia adecuada
El cepillo desgastado pierde eficacia y acumula bacterias.
Cómo corregirlo:
- Reemplazar el cepillo (o el cabezal) cada tres meses o cuando las cerdas se vean dobladas.
- Cambiarlo inmediatamente tras una enfermedad para evitar reinfección.
6. Uso inadecuado de la cantidad de pasta dental
Excederse o utilizar muy poca pasta puede restar beneficios.
Cómo corregirlo:
- Aplicar una porción de pasta del tamaño de un guisante para adultos; para niños menores de seis años, una de tamaño de un grano de arroz.
- Elegir pastas con flúor y componentes específicos según necesidades (sensibilidad, manchas, caries).
7. Cepillarse inmediatamente después de comidas ácidas
Cepillar justo después de alimentos o bebidas ácidas (jugos, refrescos, frutas cítricas) puede erosionar el esmalte reblandecido.
Cómo corregirlo:
- Esperar al menos 30 minutos tras consumir alimentos ácidos antes de cepillar.
- Enjuagar la boca con agua para neutralizar el pH mientras tanto.
8. Saltarse el hilo dental o el enjuague interdental
El cepillo no alcanza completamente los espacios interdentales, donde se acumulan restos de alimentos y placa.
Cómo corregirlo:
- Incorporar diariamente el hilo dental o cepillos interdentales antes del cepillado.
- Deslizar con suavidad entre cada diente, siguiendo la forma de “C” en las caras.
9. No cubrir todas las superficies dentales
Enfocarse solo en las caras visibles deja sin limpiar las caras internas y las oclusales.
Cómo corregirlo:
- Cepillar las caras externas, internas y las superficies de masticación de todos los dientes.
- Volver a repasar cada cuadrante para asegurar limpieza completa.
10. Olvidar revisiones y limpiezas profesionales
Un cepillado doméstico no sustituye la limpieza profunda ni la detección temprana de problemas.
Cómo corregirlo:
- Acudir al dentista cada seis meses para revisión y profilaxis.
- Aprovechar la consulta para recibir instrucciones personalizadas sobre técnica e higiene oral.
Adoptar hábitos correctos de cepillado y complementarlos con cuidado profesional garantiza dientes más sanos, encías fuertes y una sonrisa radiante.