Blanqueamiento dental: mitos, riesgos y resultados reales

El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos estéticos más demandados, pero a su alrededor circulan numerosas creencias erróneas que pueden confundir a los pacientes. Al mismo tiempo, conviene conocer los posibles efectos adversos y las expectativas reales de los resultados. Este artículo analiza los mitos más comunes, detalla los riesgos documentados y expone qué pueden esperar quienes deciden aclarar su sonrisa.

Mitos frecuentes sobre el blanqueamiento dental

A continuación se desmontan las ideas equivocadas que más se repiten:

Mito: El tratamiento deja los dientes “demasiado blancos” y artificiales.
Realidad: Los protocolos profesionales ajustan el nivel de aclarado al tono original y la estética del paciente, logrando un resultado natural y armónico, sin aspecto sobreblanqueado¹.

Mito: El blanqueamiento daña el esmalte.
Realidad: Cuando lo realiza un especialista con productos aprobados, el esmalte no sufre deterioro significativo. Los agentes blanqueadores penetran en los poros para eliminar pigmentos sin alterar la estructura dental².

Mito: Cualquiera puede someterse a un blanqueamiento sin evaluación previa.
Realidad: Pacientes con caries activas, enfermedades periodontales o hipersensibilidad grave requieren tratamiento previo o pueden no ser candidatos, para evitar complicaciones³.

Mito: Los resultados son definitivos y no vuelven a oscurecerse.
Realidad: El aclarado se mantiene en promedio entre 6 meses y 2 años dependiendo de la dieta y hábitos (café, tabaco, vino). Se recomiendan retoques periódicos para prolongar el efecto⁴.

Mito: El carbón activado es una alternativa segura.
Realidad: Las pastas o polvos con carbón activado carecen de respaldo científico y su abrasividad puede desgastar el esmalte, aumentando la sensibilidad dental⁵.

Mito: El blanqueamiento afecta coronas, carillas y empastes.
Realidad: Solo actúa sobre el esmalte natural; cualquier restauración previa mantendrá su tono, pudiendo requerir sustitución para homogeneizar el color con los dientes aclarados⁶.

Riesgos y efectos secundarios

Aunque generalmente es un procedimiento seguro, conviene conocer las posibles reacciones:

Sensibilidad dental temporal
La irritación pulpar por difusión de peróxido puede generar sensibilidad a frío y calor que suele ceder en pocos días. Es el efecto adverso más frecuente y puede mitigarse con geles desensibilizantes y reducción del tiempo de exposición².

Irritación gingival
El contacto del gel con encías o mucosas puede causar ardor o inflamación leve. Un aislamiento cuidadoso y la aplicación controlada del agente blanqueador minimizan este riesgo².

Erosión y alteraciones superficiales
Algunos estudios in vitro han observado microporosidades en el esmalte tras tratamientos agresivos, lo que podría predisponer a tinciones posteriores. Sin embargo, clínicamente estos cambios no suelen ser visibles si se sigue el protocolo profesional⁷.

Reacciones alérgicas
En casos raros, componentes del gel blanqueador pueden desencadenar alergias en mucosas o vías respiratorias. Los antecedentes clínicos del paciente deben evaluarse antes del procedimiento³.

Desigualdad en el aclarado
Dientes restaurados, con manchas intrínsecas o con diferentes grados de translucidez pueden responder de forma heterogénea, produciendo zonas más claras o persistencia de pigmentos en áreas específicas⁶.

Resultados reales y su durabilidad

La efectividad se mide mediante la variación de color (∆E) en escalas estandarizadas:

– Un estudio clínico comparó blanqueamiento con peróxido al 35% con y sin lámpara LED, observando incrementos medios de 2,9 unidades en la arcada con luz y 2,4 sin activación lumínica, diferencias significativas respecto al inicio (p<0,05)⁸.
– Tras dos semanas, las diferencias entre ambos métodos se atenuaron, atribuible a la deshidratación temporal de los dientes. A largo plazo, la rehidratación equilibra el tono final⁸.
– En blanqueamiento interno de dientes no vitales, el 62,9% de los casos mantuvo resultados satisfactorios hasta 16 años, aunque en el 37,1% hubo recidiva del oscurecimiento, sin reabsorciones radiculares externas⁹.

La durabilidad depende de factores como el tipo de agente (peróxido de hidrógeno o carbamida), la concentración, la técnica (en clínica u hogar), la frecuencia de retoques y los hábitos de vida. Con cuidados adecuados y revisiones periódicas, la mayoría de pacientes disfruta de una sonrisa más clara entre 1 y 2 años antes de requerir un nuevo tratamiento.

El blanqueamiento dental profesional, realizado bajo supervisión experta, consigue aclarados de 2–3 tonos de forma segura y conserva un aspecto natural. Conocer los mitos, anticipar los riesgos y entender los resultados reales permite al paciente tomar decisiones informadas y mantener su nueva sonrisa por más tiempo.